Carnavales en Sigüés


Hacemos esta entrada gracias al grupo de Facebook de Sigüés, y al escritor anónimo de Foro-ciudad. Esperemos que os guste el resultado.



Carnavales en Sigüés
Estamos nuevamente con unas de las fiestas que más ha disfrutado la gente del pueblo: los carnavales. Éstos han perdido el objetivo que tenían antaño: prepararse para privarse de cualquier posibilidad de expansión festiva durante la Cuaresma. En ésta estaban prohibidos los bailes, fiestas...y había que hacer ayunos y abstinencias, (algunos de todo tipo), mientras duraban: en total cuarenta días.
Comenzaban el jueves anterior al miércoles de Ceniza y terminaban el martes. Se decía: jueves lardero carnavalero, longanicero. Los críos lo pasábamos en grande siguiéndolos por las calles intentando descubrir quienes eran o escapando de sus zurriagos.
No se gastaba la gente dinero en los trajes (tampoco lo había); utilizaban aquellos materiales que tenían más a mano: espalderos, polainas, sábanas, sombreros, sacos, trajes viejos, pantalones, sayas, albarcas, lana, etc. La gracia consistía en no ser reconocidos, más que en estar guapo/a; desfigurándose el rostro, el tipo, forma de andar, se hacían los mudos,etc, pues en los pueblos nos conocemos muy bien.
Iban de casa en casa y los más peques corríamos a cobijarnos al amparo de padres o tíos ya que algunos imponían por su aspecto; las mujeres ponían pies en pólvora ya que bajo su disfraz, a las mujeres ¿algunos? las ponían en aprietos...
Algún año disfrazaron engalanando un burro que los acompañaba por las calles.
Al principio la Iglesia era muy estricta y denunciaban a los disfrazados. En una ocasión el cura salió en su persecución y los carnavaleros se metieron en la "Tafallesa" que estaba parada; cuando creyó tenerlos controlados dentro del autobús entrando por la puerta de atrás, ellos escaparon por la puerta delantera, burlando su actuación y sirviendo de regocijo para los viajeros que iban dentro...
Unas de las mujeres más carnavaleras fueron: Teo (sobrina de Pascualín), Esperanza de "Calistro", Maruja de "Regalau"...; pero de entre todas sobresalía Josefina de Onila que tiraba el cartucho de salida y la que los cerraba; esperamos que donde quiera que esté siga disfrutando...
Poco a poco, el pueblo se fue vaciando y los que cogieron el testigo fueron los niños que disfrazados recorrían las casas del pueblo; en ellas les daban cosas: huevos, galletas, longanizas, etc; con ello se hacían una merienda.
Ahora, ni tan siquiera los niños recorren el pueblo; pero cuando llegan estas fechas, a la noche, parece escucharse el sonido de las esquilas, o los pasos quedos de los visitantes y los moradores de las casa desearíamos que nos sorprendieran como en otros tiempos...

P.D.Sería muy interesante que los que conocéis más datos los aportaseis.
¡Gracias!

Publicado porMikel Belasko en 17:59  

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