San Babil


San Babil, obispo y mártir de Antioquía

La Iglesia celebra su festividad el 24 de enero.
San Babil o san Babilas fue mártir en Antioquía (Turquía), en el año 250. Con él murieron tres niños llamados Urbano, Prilidiano y Epolonio. San Babilas murió martirizado bajo la persecución de Decio. Según Eusebio, falleció en la prisión; pero según san Juan Crisóstomo fue decapitado.
Sus reliquias tienen también historia. De hecho, parece que las suyas fueron las primeras reliquias de un mártir que fueron trasladadas de lugar, en concreto en el año 351, para contrarrestar y eclipsar el éxito que tenía el culto pagano a Apolo, lo cual consiguió. Cumplida esta misión, el año 362, Juliano el Apóstata ordena mover de nuevo las reliquias, que los cristianos del lugar acompañaron en procesión hasta Antioquía. En aquel momento, el templo de Apolo quedó destruido por un rayo. Y todavía hubo un tercer traslado, a una nueva iglesia construida por el obispo san Melecio al otro lado del Orontes.


¿San Babil de Navarra?

San Babil es un santo poco conocido, pero de gran devoción en Navarra y Aragón, donde es tenido por patrono de cojos y reumáticos. De hecho, no han faltado suposiciones sobre la posible existencia de un san Babil navarro, que algunos piensan que fue obispo de Pamplona y otros, natural de Cascante.

Investigación de Antonio Pérez Goyena 


Seguiremos a Antonio Pérez Goyena en la apasionante historia de este santo, que creíamos navarro, pero que resulta que no lo es.


El nombre del santo: Babil, Babilas o Babilés

Según Pérez Goyena se trata de un nombre griego, posteriormente latinizado: Babylas o Babilas, que en castellano aparece como Babilas, Babilés y Babil.
El origen de este nombre en el santoral se remonta a la existencia de un obispo así llamado, mártir de Antioquía.
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A favor de un san Babil navarro

Antonio Pérez-Goyena recoge gran parte de los testimonios que defienden la existencia de un san Babil navarro y les resta todo valor histórico de forma despiadada, y no sin humor.
Entre ellos cita a Tamayo de Salazar "varón de formidable erudición aunque algo averiada",
Según Tamayo, san Babil nació en Pamplona, fue nombrado obispo y predijo la ruina de España a manos de los árabes por los pecados de los hombres. Huye Pamplona a Toledo en el año 715, y tras retirarse a vivir a un apartado lugar, le confiaron la educación de numerosos niños cristianos. Pero los moros invadieron la escuela y lo mataron junto a 80 de sus niños el 30 de octubre del año 715. Sin embargo, todos estos datos distan mucho de la verdad histórica.
También el P. Gregorio de Argaiz supuso que san Babil fue obispo de Pamplona y que murió mártir junto a tres niños: Lodero, Faustino y Lupo. Pero al parecer confunde a Babil con el obispo Valente de Pamplona.
El padre Isla, traductor de los 12 tomos del Año Cristiano del P. Croisset, también se hizo de eco del presunto santo navarro:
«En este día (24 de Enero) se celebra en la villa de Odón, distante tres leguas de la Corte de Madrid, la
fiesta de San Babilas o Babilés, según le nombran los naturales del mismo pueblo; de quien nos dicen varios escritores de la nación que se hallaba Obispo de Pamplona en la desgraciada era que cayó aquella capital del reino de Navarra en poder de los mahometanos». Insiste además en diferenciar el santo navarro del de Antioquía: «Desde cuyo tiempo (20 de Octubre del año 815) se le tributa el culto debido como a uno de los insignes mártires de Jesucristo confirmándolo así la tradición constante de la villa de Odón, que le
celebra como Santo propio en una ermita de su advocación no distante del mismo pueblo; por cuya razón prueban los escritores nacionales que este héroe español es distinto de otro San Babilés, Obispo de Antioquía, con quienmuchos le confunden, el que floreció en el tercer siglo y padeció martirio
en tiempo de Decio».
Tras mencionar algún otro autor destaca la opinión de Julio Altadill:
«San Babil (natural de Cascante) que ganó su santidad y la palma del martirio dardo su vida por la confesión de Cristo, con otros varios compañeros de sacrificio, entre los que también se cuenta el diácono cas-
cantino San Valente, según el martirologio de San Gregorio Iliberitano, habiendo ocurrido el sacrificio de ambos en los tiempos de la tiránica persecución que sostuvo el emperador Diocleciano por los años 284 a 288».
Con todo no deja de sorprender que todas estas historias se llegasen a colar en la Enciclopedia Universal de Espasa: "San Babiles Obispo y Mártir que se supone nació en Pamplona durante la reconquista. Ignórase qué Sede ocupó, sabiéndose únicamente que tuvo que abandonarla por las persecuciones de los infieles, y que se refugió en Villaviciosa, donde enseñaba las primeras letras a los niños. Junto con otros dos Obispos y 80 de sus discípulos fué degollado. Sus restos se veneran en Villaviciosa celebrándose su fiesta el 30 de Octubre. Si bien el P. Croisset no menciona este Santo, su existencia está comprobada. (Tom. VII, pág. 25).
También es sorprendente hasta dónde llega la devoción local en Cascante, donde es general la creencia de que el santo nació allí. Tan seguros están algunos que se atreven a precisar la calle y el lugar donde murió el santo. En concreto la calle del Lombo para su nacimiento y el Pozo de los Mártires para su muerte.

San Babil en Navarra

Sangüesa es una de las localidades donde san Babil ha gozado de mayor devoción.
Así la describió Altadill hace 100 años: «La ermita de San Babil o Babilas se halla al N. de la ciudad (Sangüesa) a la izquierda del río, distante un kilómetro: goza de mucha predilección».f
No lejos de Sangüesa, ni de Sigüés, en el monasterio de Leire, parece que hubo un altar dedicado a san Babil.
Al norte de Pamplona, en el valle de Arakil, está la pequeña localidad de Errotz, donde su iglesia está dedicada a san Babil.
También se venera a san Babil en otras localidades como Puente la Reina (se conservan algunos exvotos de cera en la parroquia de san Pedro), Artajona (en la iglesia de la Virgen de Jerusalén tiene su sede una cofradía del Santo, cuyos miembros celebran un almuerzo con nueces y vino al terminar la misa), Tudela (ermita de san Babil), Ablitas, cendea de Galar, Peralta (encendido de hogueras...), Cascante (bendición de cordones)...
En Sigüés (Jacetania) también se celebra el día con una gran hoguera, a la que se da tres vueltas para protegerse del reuma.
En localidades como Sangüesa y Tudela son típicos los roscos, mientras que lo es el besugo en Peralta,  y los caloyos o corderos recién nacidos (comarca de Pitillas), merienda típica delos jóvenes de Pitilas por lo que el día se conoce como "San Babil caloyero".


San Babil en Leire

Se  hace eco Antonio Pérez Goyena de los oficios propios de San Salvador de Leire, donde se registran los de San Babil, San Viril y las Santas Alodia y Nunilona. Incluso se celebraba una novena:  «Novena del glorioso Mártir San Babil, Obispo de Antioquía, Abogado contra reumas y dolores, venerado extramuros de la ciudad de Sangüesa. Con licencia eclesiástica. Pamplona. Imp. Lib. y Enc.de Nemesio Aramburu, San Saturnino 14 y Curia 17 y 19. 1909.
El estribillo de los gozos suena de esta manera:

Pues sois médico del Cielo
Babil santo, en nuestros males.
Pare todos los mortales
Dadnos favor y consuelo.

No hubo un san Babil navarro

Pérez-Goyena no se muerde la lengua y quita todo crédito a "toda la máquina de embustes fabricada por los falsos cronicones y sus comentaristas se descompone al probarla en el crisol de la critica verdadera".

Se apoya en en D. Nicolás Antonio que en su Censura de Historias fabulosas publicada por Mayans en Valencia el 1743, desenmascaró la falsa historia del santo navarro.
El Diccionario Geográfico-Histórico de España por la Real Academia de la Historia tampoco dio bueno la existencia de nuestro santo, ya que ni Pamplona fue conquistada por los moros en octubre de 715, ni tiene sentido que huya de ellos para refugiarse en Toledo, que sí estaba en sus manos.
En resumen, ningún estudioso serios de la historia eclesiástica de Navarra, incluye a san Bábil en la nómina de obispos navarros, entre los que se mencionan a san Fermín (ciertamente dudoso, por otro lado) escindiendo, Liliolo (589), Juan (610), Atilano (683), Marciano (693), Wilesindo (851)...  Además de los santos san Virila (928), san Veremundo (1020-1092), san Simeón Labrador y quizá san Marciano o Marcial.

Su conclusión es clara:  no hay otro San Babilés que el de Antioquía.

Publicado porMikel Belasko en 0:28 0 comentarios