Historias de males de ojo


Un nuevo artículo tomado de uno de nuestros escritores favoritos de Foro-Ciudad.
Esta vez, cosas de brujas

Otra vez me tenéis aquí pidiendo respeto por el hecho que voy a relatar. No menciono nombres ni nada que pueda servir de identificación, solamente el hecho en sí, como acontecimiento dentro de las costumbres o usos del pueblo o zona.

Santa Orosia, patrona de la diócesis de Jaca, es considerada la Santa preferente como revulsivo de los "males de ojo" o maldiciones que algunas personas recibían de otras...

El día 25 de junio se celebra su fiesta en Jaca; hace años era la fecha indicada para llevar a los espirituados/as para que la Santa los sanase. Cuando sacaban a Santa Orosia en procesión, los que se consideraban que estaban bajo el influjo de esos maleficios, se colocaban debajo de las andas donde llevaban la imagen de ella. Allí, algunos, sufrían convulsiones y se desprendían de la ropa que llevaban, quedando completamente desnudos, por lo que los familiares estaban al tanto con mantas para cubrirlos. La ropa que se quitaban, solían recogerla los gitanos...
Pues bien, una señora de Sigüés que tenía problemas "especiales" subió a Jaca, realizó el rito y se bajó al pueblo ya sanada. Pasado algún tiempo, la mujer que ya se consideraba curada, un día empezó a gritar y ponerse agitada señalando el camino de las Viñas; los familiares no comprendían lo que pasaba hasta que divisaron que por dicho camino unos gitanos se dirigían al pueblo. Salieron al encuentro y vieron que una gitana llevaba las ropas que se había quitado la del pueblo. Les explicaron a los calós lo que pasaba y se volvieron por el mismo camino que venían y la mujer recuperó la serenidad en la que se mantuvo hasta el final de sus días.
Todo esto parece un cuento de ciencia ficción pero la realidad es que ocurrió tal como os lo he relatado y como dice el dicho: "Haberlas, haylas".

Publicado porMikel Belasko en 22:37 0 comentarios  

Carnavales en Sigüés


Hacemos esta entrada gracias al grupo de Facebook de Sigüés, y al escritor anónimo de Foro-ciudad. Esperemos que os guste el resultado.



Carnavales en Sigüés
Estamos nuevamente con unas de las fiestas que más ha disfrutado la gente del pueblo: los carnavales. Éstos han perdido el objetivo que tenían antaño: prepararse para privarse de cualquier posibilidad de expansión festiva durante la Cuaresma. En ésta estaban prohibidos los bailes, fiestas...y había que hacer ayunos y abstinencias, (algunos de todo tipo), mientras duraban: en total cuarenta días.
Comenzaban el jueves anterior al miércoles de Ceniza y terminaban el martes. Se decía: jueves lardero carnavalero, longanicero. Los críos lo pasábamos en grande siguiéndolos por las calles intentando descubrir quienes eran o escapando de sus zurriagos.
No se gastaba la gente dinero en los trajes (tampoco lo había); utilizaban aquellos materiales que tenían más a mano: espalderos, polainas, sábanas, sombreros, sacos, trajes viejos, pantalones, sayas, albarcas, lana, etc. La gracia consistía en no ser reconocidos, más que en estar guapo/a; desfigurándose el rostro, el tipo, forma de andar, se hacían los mudos,etc, pues en los pueblos nos conocemos muy bien.
Iban de casa en casa y los más peques corríamos a cobijarnos al amparo de padres o tíos ya que algunos imponían por su aspecto; las mujeres ponían pies en pólvora ya que bajo su disfraz, a las mujeres ¿algunos? las ponían en aprietos...
Algún año disfrazaron engalanando un burro que los acompañaba por las calles.
Al principio la Iglesia era muy estricta y denunciaban a los disfrazados. En una ocasión el cura salió en su persecución y los carnavaleros se metieron en la "Tafallesa" que estaba parada; cuando creyó tenerlos controlados dentro del autobús entrando por la puerta de atrás, ellos escaparon por la puerta delantera, burlando su actuación y sirviendo de regocijo para los viajeros que iban dentro...
Unas de las mujeres más carnavaleras fueron: Teo (sobrina de Pascualín), Esperanza de "Calistro", Maruja de "Regalau"...; pero de entre todas sobresalía Josefina de Onila que tiraba el cartucho de salida y la que los cerraba; esperamos que donde quiera que esté siga disfrutando...
Poco a poco, el pueblo se fue vaciando y los que cogieron el testigo fueron los niños que disfrazados recorrían las casas del pueblo; en ellas les daban cosas: huevos, galletas, longanizas, etc; con ello se hacían una merienda.
Ahora, ni tan siquiera los niños recorren el pueblo; pero cuando llegan estas fechas, a la noche, parece escucharse el sonido de las esquilas, o los pasos quedos de los visitantes y los moradores de las casa desearíamos que nos sorprendieran como en otros tiempos...

P.D.Sería muy interesante que los que conocéis más datos los aportaseis.
¡Gracias!

Publicado porMikel Belasko en 17:59 0 comentarios