La matacía

Con un poco de retraso (anónimo lo publicó en el foro-ciudad el día 29 de noviembre de 2009) traemos a nuestro blog una nueva aportación de uno de nuestros autores preferidos de foro-ciudad.
El caso es que no teníamos fotos. Pero el día 24 de enero nos fuimos a Berdún a ver la matacía en directo. Y ahora sí, con un buen texto, y unas fotos regulares, nos acercamos a una actividad que ya ha desaparecido de Sigüés.


De foro-ciudad. 29 de noviembre 2009.

Estamos en una etapa del año que en otras épocas eran de gran ajetreo en las casas del pueblo.Me imagino que diréis:
-¡Claro! preparando las fiestas.
Pues no, ceribatos; leed con interés y comprenderéis por qué.
Me refiero a la matacía.
Después de todo un año engordando al "marrano", cociendo el caldero con remolachas, patatas y otras verduras, llega el momento de su ¿transformación?
Pero no era el día de la matacía cuando comenzaba la faena: ¡qué va!. Los días previos había que ir preparando todo: bacía, caldero para calentar el agua, los cuchillos, capoladoras, paños, vasijas de barro:
barreños, tenajas pequeñas, pucheros; todos ellos para trabajar el mondongo o guardar el adobo. También se compraban las especias: canela, pimentón, pimienta, ajos, cebolla, así como el arroz que se cocía el día anterior a la matacía.
Ese día comenzaba temprano pues había que madrugar para calentar el agua; ¿para qué? para pelar el cerdo una vez degollado.
Llegado el momento, el matador acompañado de los que sujetaban al cochino y la mujer encargada de recoger la sangre, con su delantal inmaculado y su recipiente brillante, procedían al sacrificio. No podría contaros este momento, pues no me sentí nunca con fuerzas para presenciarlo...Sólo sé, que la que recogía el "rojo elemento", debía moverlo sin parar para que no cuajase.
Para pelar el cochón, se le iba echando agua caliente que dilataba la piel y resultaba más fácil la depilación; por otra parte, él ya no sufría...
Una vez pelado, se colocaba en una escalera (con la cabeza para abajo)
apoyada en una pared y se procedía al vaciado de las entrañas del cochín. Aquí venía nuevamente la mondonguera con su capazo y su paño bien blanco a recoger la tripa para "esleirla"; esto es, ir soltando
las distintas partes de los intestinos antes de llevarlos a lavar al río o a algún barranco.
Luego, las mujeres, casi siempre dos, marchaban al río con la tripa y el huso para lavar los intestinos y poderles dar la vuelta sin romperlos; ya que más adelante servirían para llenarlos y dar lugar a las morcillas, longanizas, biricas...
Mientras, en la casa, seguía el trajín. Si ya había pasado el veterinario
para mirar si el cerdo tenía triquina, se preparaban las ansiadas chinchorras, que compartían los de la casa con el matador y los acompañantes en el "matacuto"...
A partir de ese momento, casi todo el trabajo recaía sobre las mujeres.
Primero se hacían las morcillas y tortetas; posteriormente y una vez descuartizado el c...., se pasaba a separar las magras de las partes grasas para hacer las longanizas o las biricas. Más tarde se freían las
costillas ya troceadas y el lomo para ponerlos en adobo; que consisitía en introducirlos en las grasas(mantecas)del propio animal dentro de las vasijas de barro y conservarlo en los frescos graneros o las bodegas y que luego se consumían a lo largo del año en festividades especiales como la trilla, etc.
Los jamones, patas delanteras, tempanos, papadas se ponían a salar en lugares preparados para ello y allí permanecían el tiempo que requería cada parte. Las orejas y ¿manitas? se ponían a secar.
A las noches se reunían las familias con ayudantes y más parientes para compartir el ágape más importante del día. Se comía un menú especial con parte de las carnes del cer... y de postre una compota de manzana, membrillo y cascabillos "caldaus". La sobremesa se alargaba un poco pues se comentaba sobre acontecimientos recientes o pasados, etc; pero los mocés y las mocetas, sentían que Martín bajaba por la chimenea y había que ir a dormir...
Hubo mondongueras que recorrían las casas del pueblo como la Sra Maximina de Regalau, la Sra Miguela y otras...; así como matadores que también lo hacían, como el Sr Rafael de casa Ricardo.
¿Comprendéis ahora por qué la matacía se hacía en algunas casas antes de fiestas?
¡Ahí es! para tener ración para entonces...
¿A que os habíais "barruntau" algo?
P.D. Si queréis que ampliemos algunas de estas partes, no tenéis mas que preguntar; o si alguien sabe algo más contarlo; ya que chascarrillos no faltaban por este motivo...
Tampoco he pretendido insultar a nadie con las palabras nuevas del diccionario sigüesano. "


Gracias anónimo por este relato.

Publicado por----- en 23:59  

2 comentarios:

Anónimo dijo... 2 de febrero de 2010, 7:25  

RE: la matacía
Muy interesante la aportación. Añadiría la "muestra" que se mandaba al veterinario, el "presente" que se mandaba a vecinos y parientes (también llamado matapuerco), las tortas de chicharros, los mocés tirando de la cola del cerdo cuando lo mataban (ahora sería inhumano, seguramente).Las tortetas empezaron a hacerse a fines del siglo anterior, importada la receta desde Huesca. Familias y vecinos, según su intimidad, "se invitaban a las matacías". Del granero colgaban tortetas, morcillas, longanizas (que se estrenarían para San Babil), jamones; en cazuelas de barro y protegidas por la manteca (pues esta no es tierra de aceite), las longanizas, lomos y costillas, a comer durante el resto del año.
Signo de abundancia era matar uno o más cerdos, tanto más cuanto mayor era su peso, en arrobas.En cualquier caso, era signo de fraternidad, vida familiar, buena vecindad... A ver si empezamos a matar cerdos.

Juana dijo... 14 de marzo de 2010, 14:50  

Recuerdo ese día como de gran trajín.
El "matador" de casa Antonino en mi infancia era Celestino de Pajares sirva este comentario como recuerdo a su peculiar humor.

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